Cierto día, conversando con un colega, le pregunté cómo iba a afrontar la llegada del segundo crío.
-Fácil- me respondió : - No me pueden quitar lo que no tengo. Ya no tengo vida propia, con lo que no me pueden quitar nada más.
Pues la niña llegó, y al tiempo me comentó.
Sí que me pueden quitar lo que no tengo,
No sabía que lo tenía.
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