Esto ya lleva circulando un tiempo por la web, pero no me he podido resistir a colocarlo por aquí. Os advierto, es simplemente im-pre-sio-nante.
NO SE PUEDE ESCUCHAR SIN CASCOS.
Merece la pena. Por lo visto, el cerebro procesa el sonido y calcula las distancias. Y lo que es mejor, a cada sujeto puede que le parezca que las posiciones de los objetos escuchados son diferentes.
Un auténtica maravilla
(ponte los cascos, leñe)
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