lunes, 12 de enero de 2009

Cómo aprendemos, o cómo recordamos

Me ha resultado muy interesante una pirámide llamada Cono de Aprendizaje de Edgar Dale.



En ella se muestra la forma en la que el ser humano adquiere conocimientos, y es muy ilustrativa


¿Recordáis el 11-S? Sí, ¿verdad?, es una imagen que tenemos todos grabada en la retina (no la de la foto, sino la de los aviones chocando), incluso más que el 11-M para los que sufrimos la carnicería de Madrid. Bueno, pero ¿qué hacías en el momento de estrellarse los aviones (eran aviones, no)? Lo recuerdas, verdad? ¿Comías?, ¿Desayunabas? Depende en qué GMT te encuentres.

Vale, a lo mejor ibas a comer. ¡Vaya memorión que tienes, hace ya 8 años de eso, madre mía¡

Pero... ¿qué comías? ¿te acuerdas? ¿no?

La mayor parte de vosotros recordaréis dónde estabais exactamente ese día, pero curiosamente no os acordáis de dónde estuvisteis el día anterior o posterior.

De eso se trata, de la inteligencia emocional, que parte de su estudio se centra en que recordamos lo que nos emociona, con lo que disfrutamos, o incluso aquello que fue traumático (como el relato anterior).

Y es que esas experiencias fueron auditivas, visuales, y vividas, que según la pirámide de marras, representa un 90% de la capacidad de aprender.

Todo se resume en estas geniales palabras:
Me lo contaron y lo olvidé, lo vi y lo entendí, lo hice y lo aprendí

¡Hala!



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